Imagina esto... tienes más de 15 años de carrera profesional exitosa en empresas de talla transnacional, una vida estable, un hogar al cual llegar todas las noches, buenas amistades y un futuro prometedor, sin embargo, hay una idea que no te está dejando dormir.
Una y otra vez tus amigos y familiares cercanos te dicen que lo que te estás planteando es una locura, te preguntan cómo se te ocurre dejar todo lo que has construido por una plan tan descabellado, te reflejan una y otra vez todos los posibles errores, peligros y riesgos a los que te puedes enfrentar y aún así, esa voz sigue estando presente y muy fuerte dentro de ti.
Así me imagino la historia de Abril, que a sus 38 años decidió renunciar a su trabajo, comprar un boleto de avión de ida hacia otro país e irse en un viaje de exploración, aventura, reto y sobre todo muchos aprendizajes y reflexiones.
Tras haber completado 2 años de aventura y haberse dado cuenta que todos deberíamos viajar hacia nuestro interior con mucha mayor frecuencia, decide regresar al mundo corporativo, retomar donde se había quedado e incluso más y mejor gracias a su nueva forma de ver el mundo para poner al servicio de las personas que la rodean una mirada distinta y nuevas maneras de hacer las cosas poniendo su espiritualidad en la vida cotidiana.
Abril es un ejemplo de que no es necesario convertirse en monje y renunciar a absolutamente todos nuestros bienes materiales para ser personas "espirituales", basta con tener consciencia de las cosas que valoramos y cómo las usamos en favor de los demás.
#ahau #ahaugroup